El hecho de tener una empresa sostenible, constante y próspera requiere de: tiempo, esfuerzo y una muy buena administración de la misma. Para eso, debe pasar un tiempo y atravesar por muchos obstáculos que se presentan en el camino, los cuales la fortalecen, así como contar con finanzas sanas para seguir siendo productiva.

En determinadas ocasiones, las organizaciones se encuentran en una situación en donde no cuentan con los recursos para realizar ciertos proyectos, no tienen la solvencia económica suficiente para esperar a que les paguen y así entre el capital, o no pueden adquirir activos que necesitan para trabajar como: tecnología, vehículos, transporte, etc. Por lo que recurren a un crédito, lo cual se traduce como endeudamiento financiero.

Se entiende como endeudamiento al conjunto de obligaciones de pago que las organizaciones o negocios tienen con un tercero: bancos, instituciones crediticias, u otras empresas. Es la proporción entre el financiamiento que se obtiene al exterior de la compañía y los pasivos totales de la misma, es decir los recursos propios; a esta proporción de deuda, se le conoce también como apalancamiento financiero.

En muchas ocasiones, los negocios contraen endeudamientos financieros; los cuales pueden deberse a diversos factores:

• Sanar la empresa.

• Pagar deudas.

• Comprar activos que se requieren como: mobiliario, autos, maquinaria, tecnología.

• Ampliar la empresa u oficinas.

• Planes de expansión

• Cumplir con un nuevo proyecto que requiere inversión.

• Contraer créditos con tasas variables.

• Financiar inversiones a largo plazo.

Antes de solicitar un préstamo y contraer una deuda se debe estar completamente seguro de las razones por las cuales se tiene que endeudar la empresa, así como saber qué tipo de crédito es el adecuado.

Por ejemplo, se tiene un proyecto en donde se espera que la demanda del producto o servicio aumente constantemente, optan por un préstamo a largo plazo para adquirir activos: vehículos utilitarios, mobiliario, maquinaria y tecnología.

Este crédito puede conseguirse en: bancos, o instituciones financieras no bancarias, cooperativas de préstamos especiales; entre otras, que sin duda cobrarán una tasa de interés elevada y que por ende se debe pagar en los plazos establecidos. La empresa, estará en deuda con un tercero por el tiempo que dure el pagar ese préstamo, que en ocasiones es una gran carga.

En vez de obtener un crédito, o préstamo, es mejor optar por el Arrendamiento Puro, en el cual, las arrendadoras ceden el uso de los activos a las empresas por un tiempo, bajo el régimen de arrendamiento, durante el plazo que se pacte en el contrato. Una excelente opción que ayuda a liberar capital como pagos de alquiler, de esta manera no se tiene que desembolsar una cantidad fuerte para comprar el bien.

Con el Arrendamiento Puro se evita endeudamiento de la empresa, las finanzas siguen estables, se actualiza constantemente el bien o activo que se adquiere para continuar siendo productivo, se usa de manera inmediata una vez que se lleve a cabo el contrato de arrendamiento, son activos que pueden ser deducibles de impuestos, y así se impulsa el crecimiento saludable de la organización.

El endeudamiento, no es la única opción con la que cuentan las empresas para seguir siendo rentables y cumplir con sus compromisos, existen alternativas que son muy eficaces como el Arrendamiento Puro.